El Consejo de Ministros del pasado 27 de septiembre aprobó la remisión a las Cortes Generales del Proyecto de Ley que regula el factor de sostenibilidad y el índice de revalorización de las pensiones.
El texto legislativo, para cuyo trámite parlamentario se ha solicitado el procedimiento de urgencia, tiene como objetivo garantizar a medio y largo plazo un sistema de pensiones público, equitativo, de reparto, y sostenible en el tiempo.
Factor de sostenibilidad
Según el Gobierno, el Factor de Sostenibilidad no cambia la esencia del sistema de pensiones y consolida y garantiza el pacto intergeneracional.
El diseño del Factor parte de la idea clave de que hoy los españoles viven más, por lo que la cuantía de la pensión debe modularse en función del tiempo en que se vaya a recibir.
Para ello, se aplicará un factor que empezará a funcionar en 2019 y se revisará de forma automática cada cinco años. Dicho factor se aplicará una sola vez a las nuevas pensiones. Es decir, actúa sólo sobre la primera pensión a partir de 2019.
El Factor no conlleva en ningún caso aumentar la edad de jubilación y respeta los derechos adquiridos de los pensionistas. Por el contrario, introduce por primera vez en España un elemento de referencia objetivo y previsible que resguarda la sostenibilidad de las pensiones.
Índice de revalorización de las pensiones
En paralelo a la definición del Factor de Sostenibilidad, se introduce un indicador objetivo y previsible, Índice de Revalorización de las Pensiones, que tendrá en cuenta la "salud" del sistema de pensiones a la hora de revalorizarlas y no otras variables arbitrarias. Todo ello en cumplimiento de la Recomendación Segunda del Pacto de Toledo que solicita estudiar la posibilidad de utilizar otros índices de revalorización basados, entre otros, en el crecimiento de los salarios, la evolución de la economía o el comportamiento de las cotizaciones.
El nuevo índice, que se aplicará a partir de 2014, permite la actualización objetiva y fiable de las pensiones teniendo en cuenta los déficits estructurales, permitiendo corregirlos y dando garantía de continuidad al Sistema. De esta forma, el propio Sistema se autofinancia.
Se establecen un techo máximo y un suelo mínimo, de tal manera que ningún pensionista presente o futuro vea mermada su pensión por la aplicación de este índice y tenga siempre un incremento, independientemente de la situación económica.
Este nuevo mecanismo para actualizar las pensiones las protege a frente a la congelación. Así, habrá un incremento mínimo del 0,25%, incluso en momentos de recesión económica y una máxima igual a la variación anual del IPC más 0,25%.