Menos incentivos en Sociedades y ‘mix’ de impuestos especiales contra el déficit

El Gobierno está estudiando un mix de subidas de impuestos para proporcionar a Bruselas el ajuste que exige (de 8.000 millones) en la senda de consolidación fiscal y para atajar la caída de la recaudación. En principio, se hará sin tocar lo que denomina “grandes impuestos”, IRPF e IVA. Sin embargo, no goza de esta inmunidad inicial el Impuesto sobre Sociedades, sobre el que se da casi por seguro un recorte de deducciones, al que se sumaría un posible incremento de tabaco, alcohol, hidrocarburos, la creación de un tributo a las bebidas azucaradas e, incluso, implantar la euroviñeta, tasa que deben pagar los vehículos pesados de más de 3,5 toneladas.

El pacto de legislatura que rubricaron PP y Ciudadanos en agosto establece que en los primeros tres meses, el Gobierno emprenderá una reforma en el Impuesto sobre Sociedades para eliminar las bonificaciones que lastran la recaudación con el objetivo de reunir 3.000 millones en 2017. Fuentes conocedoras del proceso apuntan que el ajuste se dirigirá a limitar la compensación de bases imponibles negativas y la exención de dividendos de origen extranjero y nacional, el artículo 21 de la Ley del Impuesto.

Por su parte, desde Hacienda aseguran que estos ajustes se ceñirán a las empresas con una facturación superior a 10 millones de euros anuales, unas 9.000, como ya se ha hecho con el incremento de los pagos fraccionados. La Agencia Tributaria está estudiando el posible impacto en contabilidad nacional de estas medidas.

Estas alzas se sumarían al incremento de los pagos fraccionados del Impuesto, en vigor desde el pasado octubre, con el fin de recaudar cerca de 9.000 millones de euros.

En lo que respecta a las bases imponibles negativas, desde Hacienda se maneja una cifra que da cuenta de la magnitud del agujero: las empresas, incluida la banca, acumulan pérdidas por valor de 250.000 millones de euros (ver información adjunta). Pues bien, la reforma fiscal ha mejorado el incentivo y, si hasta 2015 se podía compensar hasta un 25% de la base imponible previa, este porcentaje este año se ha incrementado a un 60% y, si no hay cambios, será en 2017 del 70%. Los planes del Gobierno supondrían restringir este porcentaje para acercarse al límite del 25% que operó hasta el año pasado.

En cuanto a los dividendos, cuya tributación para evitar la doble imposición ha sido mejorada en la reforma fiscal, el Fisco estudiará volver a limitar la exención de los dividendos de fuente nacional. La norma vigente hasta 2015 sólo preveía la exención a rentas de fuente extranjera.

Donde realmente tiene incidencia la exención para rentas nacionales es en su aplicación a las plusvalías por venta de filiales españolas, ya que impide la doble imposición por la plusvalía de una venta y la plusvalía correspondiente al fondo de comercio o revalorización latente de los activos de la filial. Además, aunque se mantiene el requisito relativo al porcentaje de participación directa o indirecta de, al menos, el 5%, se prevé la posibilidad de entender cumplido este requisito en el caso de que el valor de adquisición de la participación sea superior a 20 millones de euros.

El tabú que se plantea de entrada en lo que respecta al IRPF y al IVA, lleva a Hacienda a centrarse en los Impuestos Especiales, en los que se buscaría una cóctel de subidas posibles en tabaco, alcohol, hidrocarburos o euroviñeta, sin descartar la creación de un tributo a las bebidas azucaras, impuesto que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere que tenga un tipo del 20%. Desde Hacienda reconocen que está encima de la mesa pero que no se ha analizado su tipo.

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