El mapa de la fiscalidad regional: ¿dónde se castiga más a las distintas rentas?

El Gobierno ha dado el pistoletazo de salida a la reforma de la financiación autonómica, en la que se determinará un nuevo diseño de los impuestos cedidos y propios de las comunidades autónomas. A la espera de que culmine este proceso, la foto que arroja la fiscalidad autonómica en 2017 es de grandes diferencias de tributación entre autonomías, divergencias que se mantienen e, incluso, se incrementan. Madrid es la comunidad autónoma que menos grava a todo tipo de rentas en el IRPF, mientras mantiene los impuestos cedidos completamente bonificados o muy bajos. En el lado contrario se sitúan Cataluña, Andalucía, Extremadura y Comunidad Valenciana, las comunidades autónomas con los impuestos más altos en 2017, según muestra el Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2017 del Consejo General de Economistas Asesores Fiscales (Reaf-Regaf), presentado ayer.

Los economistas piden un replanteamiento general ante un “sistema complejo, anárquico e indescifrable” que, además, es poco efectivo, según denunciaron. En cuanto al debate que se ha planteado en el seno de la Conferencia de Presidentes sobre el supuesto dumping fiscal de Madrid, señalaron que es “político”, ya que “desde el punto de vista técnico”, las regiones pueden hacer el uso que consideren oportuno de sus competencias fiscales.

En cualquier caso, el Reaf aboga por que haya competencia fiscal con cierta armonización: son partidarios de suprimir el Impuesto sobre Patrimonio ante los elevados tipos de IBI que soportan los contribuyentes y de armonizar Sucesiones, pero con un sesgo a la baja.

A la espera de que culmine la reforma, las novedades de 2017 más destacadas son la subida de los marginales máximos y bajada de los mínimos en el IRPF que ha realizado la Comunidad Valenciana, que ha aprobado una nueva escala con tipos del 19% al 48%, cuando tenía hasta ahora unos tipos del 21,4% y del 46%. Aunque ha rebajado el mínimo, ha elevado más de dos puntos el máximo, con lo que las rentas altas de la Comunidad Valenciana son las que más pagarán a partir de ingresos de 160.000 euros.

Un contribuyente con ingresos de 20.000 euros pagará 2.510.70 euros de IRPF en Cataluña, la comunidad más cara para las rentas bajas, frente a 2.303,96 euros en Madrid, la más barata. Para una renta de 45.000 euros anuales, el coste previsto para este año se eleva a 9.891,33 euros en Extremadura, mientras que en Madrid no supera los 9.306,29 euros.

En cuanto a las rentas altas, el alza de la Comunidad Valenciana es progresiva, con lo que los contribuyentes con rentas de 160.000 euros pagarán 4.000 euros más de IRPF que en Madrid, diferencia que se acrecienta y es de 24.000 euros para quienes ingresan 600.000 euros.

En lo que respecta a Sucesiones y Donaciones, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha han lanzado subidas importantes. En el caso de la Comunidad Valenciana, en la cuota líquida para un soltero de 30 años que hereda bienes por 800.000 euros, de los que 200.000 euros corresponden a vivienda, la diferencia entre 2017 y 2016 es de 31.596,88 euros más, y en Castilla-La Mancha, de 23.819,43 euros más. Estas divergencias al alza de lo que se pagará en 2017 en ambas comunidades son de 128.259,39 euros y 20.012,27 respectivamente, en el ejemplo de un hijo de 30 años que recibe 800.000 euros de su padre en metálico.

Una de las muestras más claras de las diferencias regionales en Sucesiones, que ha motivado una campaña ciudadana en Asturias y otras comunidades, es el ejemplo anterior de lo que paga un soltero por heredar 800.000 euros: en Andalucía, 164.049,35 euros, seguida muy de cerca por Extremadura, Aragón y Asturias (ver gráfico adjunto), mil veces más que los 134,23 euros que grava Canarias, al tenerlo bonificado en un 99,99%.

La situación se repite en el caso del Impuesto sobre el Patrimonio. Mientras que en Madrid es cero, al estar completamente bonificado, un patrimonio de 800.000 euros en Aragón paga 1.164,37 euros. La diferencia es aún mayor en el caso de los patrimonios de cuatro millones y de 15 millones, siendo Extremadura la región donde más se grava en ambos casos, con 59.919,56 euros y 418.155,6 euros, respectivamente.

En cuanto a Transmisiones Patrimoniales (ITP-TPO) y Actos Jurídicos Documentados (AJD), han subido tipos en 2017 Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia. Por la transmisión de un inmueble de 150.000 euros, se pagan 15.000 euros en Cataluña, Galicia y Comunidad Valenciana, mientras que en Madrid sólo cuesta 9.000 euros. La escrituración de la compra de un inmueble nuevo de 150.000 euros que no sea vivienda habitual cuesta 2.250 euros en Andalucía, Cataluña o Extremadura, frente a los 1.125 euros que supone en Canarias y Madrid.

Además, este año las comunidades que subieron el IRPF en 2016, el caso de Aragón, Baleares, Navarra y La Rioja, mantienen los tipos altos, y regiones como Andalucía y Extremadura siguen con tipos muy elevados en casi todos los impuestos.

Andalucía encabeza el ránking de Sucesiones y Donaciones, donde para los ejemplos antes citados se paga 164.049,35 euros y 208.159,35, respectivamente, y mantiene IRPF e ITP muy altos. Extremadura, por su parte, ha eliminado deducciones en el IRPF y tiene los tipos más altos en este impuesto para rentas medias y medias altas, para ingresos entre 45.000 euros y 110.000 euros. En Patrimonio, ha rebajado el mínimo exento a 500.00 euros, y en Donaciones ha suprimido la bonificación del 99% al 90% para bases de menos de 600.000 euros.

Las desigualdades entre regiones oscilan, en el caso del IRPF y según las rentas, entre el 6% y el 21%, mientras que en el ITP pueden variar las máximas entre el 40% y el 67% y en AJD, hasta el 100%. Igualmente, en Patrimonio y Sucesiones las diferencias pueden ser “radicales”.

El presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, señaló que determinadas comunidades autónomas “juegan a subir o bajar impuestos” pero, en realidad, la incidencia que eso tiene en el presupuesto regional “es mucho menor que la que puede tener de cara a las votantes, ya que los impuestos cedidos van al fondo común. Pich explicó que esto de “yo subo yo bajo, es muy mentiroso” y, por ello, un cambio en el sistema de financiación autonómica, al menos en las comunidades de régimen común, es fundamental.

En cuanto a los impuestos propios, representan sólo el 2,2 % de la recaudación tributaria y más del 77 % de ellos están relacionados con el agua (ver información adjunta). Por contra, la mayor parte de los ingresos impositivos de las comunidades autónomas corresponden a la participación en los grandes impuestos. De hecho, los ingresos por IRPF suponen el 35,7%; por IVA, el 31,62% e Impuestos Especiales, el 16,04%. En total, los impuestos estatales suman el 83,36% de lo que ingresan las regiones.

Para Pich, el que el déficit siga por encima de lo previsto y pueda superar en 2016 el 4,6% pese a la bonanza económica y a las alzas en Sociedades es muestra de que “España tiene un problema colectivo de déficit” y los “impuestos no solucionan todo”.

© Copyright 2024 | Aviso Legal | Política de cookies | Política de privacidad de redes sociales | Política de privacidad
Contáctanos