Las empresas vascas deben seguir anticipando el IVA a la importación

La reforma del IVA a la importación llega envenenada para muchas empresas vascas. Así lo entienden los analistas fiscales tras la aprobación, a finales de diciembre, del desarrollo reglamentario de los cambios tributarios anunciados por el Gobierno de Rajoy el pasado verano.
El Ejecutivo central ha simplificado el IVA de la Aduana que las compañías importadoras anticipan cuando la mercancía entra en España y que pueden deducirse cuando presentan su declaración ordinaria –mensual o trimestral– del IVA devengado (por ventas y compras nacionales). Si la declaración resulta a devolver, las compañías pueden tardar meses en que su Hacienda les reintegre el dinero adelantado, y ésta sólo suma intereses a las devoluciones cuando se retrasa más de seis meses, y por el tiempo que exceda de esos seis meses.

Desde este mes, las empresas que realicen declaraciones mensuales pueden optar por no pagar el IVA en la Aduana e incluirlo en su siguiente declaración ordinaria del Impuesto sobre el Valor Añadido, según la regulación aprobada por el Gobierno central.

“Así desaparece la exigencia de adelantar el pago y con ella se elimina un importante coste financiero para las empresas”, explica Francisco Montero, socio del bufete Barrilero. En su opinión, esta medida supone una “extraordinaria reforma del IVA a la importación que agradecerán las empresas importadoras y la economía en general, ya que supone la eliminación de una importante rigidez en las compraventas de fuera de la Unión Europea”, dice.

El problema está en que las empresas vascas no van a poder aplicarse esta ventaja, a excepción de las grandes compañías y sólo en proporción a su volumen de operaciones, debido a un inconveniente derivado del Concierto Económico. Y ello a pesar de que casi el 99% de la normativa española sobre el IVA es de aplicación directa en Euskadi ya que las Diputaciones no tienen competencias regulatorias en este tributo.

Según el Concierto, el Estado tiene competencia exclusiva para recaudar el IVA a la importación, mientras que el IVA ordinario se ingresa en las Haciendas forales o en la Agencia Tributaria, en función sobre todo del domicilio fiscal de la empresa.
Hace un mes, el Gobierno central concretó que el diferimiento del ingreso del IVA a la importación sólo se aplicará a los contribuyentes que tributen a la Administración estatal, lo que elimina cualquier duda y deja en “desventaja competitiva” a las empresas vascas, según advirtió ayer la Cámara de Gipuzkoa.

Para modificar esta situación, sería necesario un acuerdo en la Comisión Mixta del Concierto entre los Gobiernos central y vasco, que de momento no está prevista y que va a ser difícil antes de las elecciones del próximo mayo.